domingo, 15 de noviembre de 2015
TRUMAN
Ayer sábado penser en ir a ver una película con mi familia y algunos amigos...Una comedia, nada que fuera dramático ni complicado. Reírnos un poco y pasar página a una semana demasiado intensa.
Tratar de olvidar los negros cuervos que planearon sobre París la noche anterior.
Elegí un título fijándome solo en que la protagonizaba Ricardo Darín, un actor al que admiro mucho. Pensé que se trataría de uno de esos divertidos diálogos argentinos,llenos de humor y quizá un poco de ternura.La película se llama Truman.
Los que venían conmigo aceptaron-qué remedio- mi propuesta y entramos en la grata penumbra del cine.
Los acordes de guitarra de Toti Soler presentaron los primeros planos de este film de Cesc Gay.Buena pinta.
Pero a los diez minutos de película Ricardo anunciaba sin ninguna retórica que se iba a morir.
Mis acompañantes me miraron de reojo...
-Con que una comedia¿eh?
¡Maldita sea, lo que me faltaba, acabar el sábado con graves diagnósticos médicos y funerales a la vista...!
No obstante el aire de Madrid entró secuencia a secuencia por la pantalla gracias a una espléndida interpretación de Javier Cámara y Ricardo Darín, además de los mejores actores españoles del momento.
Luego vinieron unos sonoros y emotivos silencios.
Vaya, después de todo, va a valer la pena la equivocación.
El público empezó a esbozar algunas sonrisas. yo me atreví con algunas carcajadas. Una atmósfera de complicidad planeó por la sala.
Entonces, me propuse anotar mentalmente algunos de los elementos que componían la tesis de esta película:
1. Nada de morirse hasta que uno esté muerto.
2.-La muerte es un accidente, no una condena; no tratemos , por tanto a nadie como un condenado.
3.-Ninguna certeza por triste y desoladora que sea debe arruinarnos un espléndido día que amanece.
4.-Sólo hay una terapia infalible contra la desesperanza: los afectos. Los afectos que superan la distancia, el miedo y el tiempo. Los afectos que afirman que la vida, efectivamente,afectivamente, es eterna en cinco minutos.
5.- Que el abrazo de un padre y un hijo pueden ser también eternos.
Luego hay otras cosas, calles, gente, viajes en avión, el amor entre dos que aman a un tercero...y un perro.Pero todo gira en torno a lo mismo: darnos la mano cuando sea de noche, cuando la soledad o la muerte nos pise los talones.
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