martes, 25 de diciembre de 2018

CORAZÓN



Hace unos ciento cincuenta años Edmundo De Amicis escribió “Corazón”, una obra destinada a ser libro de lectura durante décadas en las escuelas de Italia y  de otros países.
Su tono almibarado, probablemente se le haría insoportable a muchos lectores de hoy día. No vengo aquí a reivindicar el valor literario de este clásico que contiene historias conocidísimas como De los Apeninos a los Andes, el tamborcillo Sardo y otras  que de puro candorosas nos resultarían empalagosas.
Lo que me ha interesado , al repasar este libro que leí en mi infancia, y no sé por qué, en francés, es la Escuela que describe su autor.
Italia acaba de conseguir su reunificación y tiene entre sus héroes a Garibaldi y Cavour. Una burguesía ilustrada se alía con obreros pobres y campesinos para construir un país peninsular y variopinto.

Es una escuela  donde convive Garrone, un muchacho calabrés, de la Italia meridional y paupérrima, con Carlo Nobis, hijo de un banquero turinés ,Coretti, hijo de un carbonero, “El albañilito”, hijo de un albañil alcohólico y maltratador, el propio protagonista, Enrico que es hijo de un ingeniero que un día le escribirá una carta a su hijo  en la que le dice : "El trabajo no mancha. No digas nunca a un obrero que sale del trabajo: está sucio.Debes decir: lleva en su ropa las huellas de su trabajo"
El viejo maestro, un socialista enamorado de Italia ve en la creación de una Patria la oportunidad para la dignificación de sus gentes de norte a sur. Por eso inculca a sus alumnos el valor de la solidaridad y de la bondad.

Quizá sea todo muy blanco, quizá suene a eso que algunos llaman buenismo.
Sería absurdo trasplantar esta historia que ocurrió hace siglo y medio a un contexto actual, pues está tan lejano como la civilización romana. La reflexión que me hago es: ¿Qué quedó de aquella vieja escuela interclasista que conocieron los arranques de la escuela pública en Europa?
Se dice que las desigualdades sociales se han acortado en este tiempo pero lo cierto es que hoy, en nuestro país sería casi imposible encontrar una escuela como aquella de Turín donde convivan clases sociales tan dispares y distantes.

Recientemente leía que un estupendo colegio público de Aravaca se mantenía abierto gracias a los alumnos que recibía de las empleadas de hogar que trabajan en aquel pueblo adinerado. Yo conozco otros ejemplos muy cercanos en la propia ciudad donde vivo. La excusa de esta separación es que "donde hay pobres el nivel académico baja"
No lo creían así en la escuela de Turín. Allí un alumno llamado Derossi, un chico de clase modesta que es el empollón, ayuda a otros más ricos pero menos inteligentes que él.
La Escuela interclasista, la escuela patriótica de finales de siglo XIX en Italia, Francia e incluso en la España republicana, es una apuesta de quienes la promovieron para generar cohesión social, para hacer país, pueblo.

A principios de los años ochenta yo tuve la oportunidad de conocer maestros, aquellos maestros de la EGB, que ya se han jubilado o están a punto de hacerlo que creyeron ser herederos de aquellos valores pedagógicos: "Hacia la Igualdad por la Educación."
Era una utopía y no tardamos mucho en darnos cuenta de que lo era. Aun así tuve la fortuna de trabajar en escuelas donde junto a alumnos de clase obrera asistían alumnos que hubieran podido pagarse colegios privados pero que se sentían a gusto en una escuela renovadora y alegre.
No puedo decir lo mismo de los últimos viente años. La consolidación de una escuela concertada más fiel a los principios religiosos que a los valores cívicos, el desastroso experimento de los colegio bilingües que segregan a los alumnos menos favorecidos que no pueden pagarse academias junto con la práctica desaparición de la figura del tutor, de ese maestro mitad profesor, mitad padre/madre, que vela tanto por los progresos académicos de sus alumnos como por su equilibro afectivo y emocional.
Todo esto me desazona y ha hecho que me sea menos doloroso abandonar la escuela con motivo de mi jubilación.
No obstante la historia siempre es cíclica. Va dando bandazos. Las aguas de los ríos suelen volver a su cauce, aunque por el camino hayan causado estragos.
Por eso o quizá por mi natural optimista o más bien crédulo, espero y deseo que después de estos, vengan otros tiempos en los que los niños, no importa de qué país provengan, de qué clase social, de qué credo o de qué lengua , puedan volver a sentarse junto a la sombra de un maestro comprensivo, inteligente y en  el buen sentido de la palabra bueno, como aquel de Turín.

martes, 27 de noviembre de 2018

Una escuela de dos mil años.


En mitad de la meseta, cerca de un río crece una ciudad romana:Complutum.Debió ser la capital de esta parte central de Hispania. Hace unos dos mil quinientos años.
En los suburbios de ésta, apenas a un kilómetro de allí,una familia patricia, los Annios sufragan la construcción de una escuela de jóvenes. A su cargo algún pedagogo de origen griego.
Hay que imaginarse a este casi centenar de muchachos caminando desde sus casas para asistir a sus clases. Más o menos como hacen nuestros adolescentes camino del Instituto.
Lo diferente, lo que me llama la atención es el concepto con el que se crea esta escuela, y es de suponer otras como ella a lo largo y ancho del imperio romano.
Este colegio de jóvenes que construye y decora un tal Hypólito es un prodigio de diseño escolar del que nuestras escuelas están no a dos mil años de distancia, sino a años luz.
En estas bancadas semicirculares(Tres y enfrente otras tres) llamadas Hexedras se sentaban los alumnos al aire libre, bajo un emparrado que les protegiera del sol para escuchar a su maestro, hacer sus preguntas o dirimir debates.¡Qué diferentes de nuestros pupitres colocados en fila frente al profesor!

En el patio central o atrium, el artista Hypólito construyó estos magníficos mosaicos donde se recrea la fauna conocida del mar Mediterráneo: morenas, delfines,pulpos ,crustáceos y todo tipo de peces que unos muchachos sacan con sus redes. Francamente, nada que ver con los power point que ven nuestros alumnos hoy.
Toda la escuela dispone de paseos porticados por los que los alumnos deambulan detrás de su profesor que les imparte clases peripatéticas: andar ,hablar y escuchar, una mezcla perfecta.
Nada que ver con la inmovilidad a la que se condena a los niños de nuestras escuelas en los últimos mil años.
Piscinas de agua templada, caliente y fría donde los alumnos, además de practicar la higiene siguen escuchando y charlando. Toda un tratado de acuaterapia que buscaba la relajación de los jóvenes. Bastante distinto a esas estresantes sesiones de piscina "aprenda usted a nadar en media hora" a las que se les somete a ellos y a los pobres maestros y maestras que les llevan.
Soy consciente de que no podemos caer en la exageración de pintar una escuela idílica. De seguro que se oirían broncas de los maestros, se escaparían algunos zurriagazos y otros castigos que hoy nos causarían repulsa.

Cada contexto histórico tiene sus luces y sombras. Lo que quiero decir es que me sorprende como no hemos heredado de aquellos antepasados ningunas de estas ideas tan innovadoras.
 Siempre me pareció triste y empobrecedor el concepto arquitectónico de nuestros centros escolares, donde todas las aulas son iguales, no existe ningún planteamiento  educativo de los exteriores, tan solo pistas deportivas y algún árbol mortificado. Ni jardines, ni aulas abiertas a la naturaleza.En la casa de Hypólito se han encontrado restos de plantas exóticas traídas a propósito hasta aquí, incluso animales: patos, gallinas y pelícanos, que harían las delicias de los chicos ( quizá no tanto de los animales)
Tampoco se me escapa que esta escuela era para los hijos de las gentes pudientes de la ciudad. La inmensa mayoría de los muchachos humildes no irían a la escuela y  trabajarían en talleres granjas y campos de los alrededores.
No sé si con la cristianización del Imperio Romano, y la influencia decisiva de la Iglesia en la educación cambiaría también la idea de cómo debían de ser las escuelas. Lo cierto es que esta escuela de Hypólito es bien distinta a esas aulas clericales de siglos posteriores, a cargo de dómines y frailes que repiten monótonamente rezos y latinajos. Conceptos no sólo arquitectónicos sino incluso filosóficos de lo que debe ser la educación para los jóvenes
A mí desde luego, por lo que las piedras me muestran, me hubiera gustado ser alumno o maestro en el Colegio de Hypólito de Complutum más que en algunos centros destartalados e inhóspitos en los que me ha tocado vivir y trabajar.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Jubilatas. Gerardo y Fanny.


Pasean por el parque. Gerardo siempre delante, Fanny se entretiene mirando las flores, los  pájaros.
-¡Vamos , Fanny, que te enrollas con cualquier cosa!
Hubo un tiempo, no mucho, en que fue al revés. Ella iba delante y él la seguía con la lengua fuera.
Llevan juntos casi quince años. Acompañando soledades, envejeciendo juntos, cada uno a su ritmo.
Son una pareja de jubilados bien avenida. Gerardo monologa sobre el tiempo, las aves que cruzan el cielo camino de África. Sobre todo y sobre nada. Sabe que ella no le contestará. Pero a él , qué le importa.
-Ya va siendo hora de irnos a comer. Hoy he sacado del congelador unas albóndigas y coceremos un poco de pasta. ¿Te apetece?
Noviembre se estrenó con un sol benévolo después de la lluvia fría y del viento.
Salen del parque.Él se la queda mirando y sonríe.
-¡Vamos, pequeña, te pondré la correa, que vamos a cruzar la calle.

viernes, 26 de octubre de 2018

Jubilatas. Marcelo





Caminas por la larga avenida, como cada día. Debajo de los plátanos grises que están a punto de rendirse al invierno que llega inexorablemente.
De diez a doce. Luego te vas a comprar el pan y vuelves a casa. Ya por la escalera hueles la comida que está preparando  tu mujer.
Siempre el mismo horario. Para ti el horario siempre fue fundamental. Para ir al trabajo, para fichar en aquel reloj donde metías tu tarjeta,clinc clanc... Ocho menos cinco de la mañana.
Marcelo tú siempre fuiste el hombre del tiempo. Con aquel calendario donde marcabas las fiestas no recuperables, los puentes, los días que te debía la empresa. Los días en que caía la navidad, las fiestas de agosto. El tiempo fue tu tesoro, lo más importante , el eje sobre el que giraba tu vida.
Ahora, Marcelo el tiempo te sobra. Es como aquellos que guardaban sus ahorros debajo de un colchón y vino la inflación y los millones  ya no valían una perra gorda.
Llegó tu jubilación hace tres años y te encuentras con el bolsillo lleno de días, de tardes y de noches y no sabes en qué gastarlos. Demasiado iguales, demasiado vacíos.
Por la avenida caminas, ligero , con tu chándal, tus zapatillas deportivas de andar, tus auriculares en las orejas. Delante de ti y también detrás van otros como tú. El mismo cabello gris. La misma prisa para no ir a ninguna parte. Cada uno con su rutina, con su soledad.
Como quien dice ya está aquí el invierno con un vientecillo del nordeste que arranca una a una las hojas de los árboles. Un cielo incierto de lluvia y porvenires. Te subes la cremallera de la chaqueta. Miras el reloj. ¡Joer, ya son las once y media!
Vas llegando a la plaza: los comercios, la terraza desierta del bar Avenida. Comprarás el pan recién hecho y volverás de nuevo a casa.

martes, 23 de octubre de 2018

Jubilatas. Angelita 72

-Mira aquí estoy yo con mi Angelito, en la maternidad de O'Odonell.
Tenía yo veintiséis años. En cuantito que me quedé embarazada me despedí de la fábrica de bombillas para criar a mi hijo.
Angelita,setenta y dos años. Ella no sabe qué es eso de la jubilación. Su vida ha sido un río continuo sin parar. Sólo hubo tres saltos: su boda en los setenta, el nacimento de sus hijos unos años después y la muerte de su marido, el Juanfran, hace un par de años.


-Mira, aquí estamos en el club Consulado bailando, mi Juanfran y yo.
En la foto él la toma de la cintura con una mano y en la otra sujeta su mano y un cigarrillo.
Angelita, veinte años: melena larga y falda corta, sombra de ojos y rimmel. Sus ojos, color avellana siguen ahí,dando que hablar. El tiempo consiguió llevarse el lustre de la piel,algún diente y a cambio dejó esas arrugas sobre los labios. "El código de barras" lo llama ella.
Pero cuando Angelita 72 se arregla, se pone las medias y se calza las botas de tacón , y se va a la calle, el país empieza a funcionar.
Se anima el mercado, gritan los pescaderos y las calles del barrio se llenan de Angelitas que vienen y van con prisas y con bolsas.
La cafetería huele a tostadas y a café. El guirigay sube de tono aquí y en la peluquería.
-Mira, yo me dejo mi comida hecha nada más que a falta de echarle una patatita y me voy a la calle. Si se cae la casa, a mi no me pilla. El mes que viene nos vamos a Benidorm.

Rebusca en un bolso viejo entre montones de fotografías sin ordenar. Me enseña una en la playa de San Juan ,en Alicante.
Está sentada, seria, como posando con un bañador estampado. Es joven y bonita.Entonces el tiempo era lento.
-¡Pobre Juanfran, con lo que le gustaba a él ir a ver el mar y leerse el periódico tomando una cerveza!Toda la vida trabajando. Era fresador y no tenía mal sueldo.Pero no disfrutó casi nada de la jubilación. Cuando murió vinieron muchos compañeros al entierro. Le querían mucho , fue enlace sindical o no se qué. Era un buen hombre.
En fin...lo que hubo que llorar se lloró. La vida sigue. Ya me lo decía él al final.: "Gelita, que el tren sigue su camino, yo me bajo aquí, pero tú sigue"


Lo que más le gustaba era escuchar música. Los domingos se ponía el radiocasete y escuchaba a Tom Jones, Nino Bravo,Paul Anka, Víctor Manuel, los Brincos, también flamenco.Y era feliz.
-Estoy apuntada a eso del ayuntamiento para bailar sevillanas.
Me gusta, la mayoría somos mujeres. Y tenemos unos trajes bien bonitos. Luego vamos a bailar a muchos sitios que nos invitan.Por la parte de Toledo y también en Guadalajara.
Se pone de pie y mueve las muñecas con la mano abierta,muy flamenca.
Se ríe y a través de la ventana de la cocina entra el sol que siempre sale para todos, también para Angelita 72.



miércoles, 17 de octubre de 2018

De Arganda a Morata.Recuerdos de la Guerra Civil.

Está al alcance de cualquiera coger una bicicleta o en su defecto a golpe de calcetín, tomar por la vía verde , bien señalizada al pie del Hospital De Arganda.
El día es de lo más agradables de este mes de Octubre y la rampa suave del antiguo tren de Arganda nos lleva entre almendros por una trinchera asfaltada que se sube bien , si hacer grandes esfuerzos.
Los ingenieros de caminos de entonces pensaban en ahorrar trabajos y no tanto en ganar premios al efectismo.
Llegando junto a la cementera encontramos varios postes señalizadores que nos indican trincheras y fortines del ejercito republicano.






Los carteles explicativos nos hablan de unos combates encarnizados que tuvieron lugar en el año 1937 y que dejaron sobre estos campos miles de muertos. Se trata de las inmediaciones del Cerro Pingarrón donde fue detenido el avance del ejercito franquista por varios batallones republicanos entre los que se encontraba la famosa Brigada Lincoln de las Brigadas Internacionales.
No se dio aquí un ejemplo de estrategia militar, pero sí de un valor cercano a la temeridad.
Es famoso el episodio en el que  un camión cargado de brigadistas norteamericanos se perdió y acabó internándose en las líneas enemigos siendo abatido sin darles tiempo a bajar. Aquellos jóvenes e inexpertos voluntarios no llegaron a poderse defender. Cosas de esta cruel guerra.
El resto  de sus compañeros, norteamericanos, canadienses y cubanos,llegó de noche a este paraje y con sus cascos y machetes cavaron abrigos en la tierra. Tan atropelladamente que a la mañana siguiente se dieron cuenta de que estaban expuestos de cara al sol y al enemigo.
Sobrecoge ver las trincheras cubiertas de tierra y cascotes. Probablemente guarden pequeños secretos de aquellos lejanos días.
Es la épica del dolor y de la muerte, de las ilusiones truncadas de aquella juventud que alocadamente venía a defender sus ideales contra esa sombra oscura que se llamo Fascismo.
Hoy ya solo se oye cantar a los pájaros y encima de mi cabeza solo cruza veloz el bueno de un halcón peregrino.
El paseo continua cuesta abajo hacia Morata y desde este altozano se contempla con gusto la vega del río Tajuña y los cortados de Chinchón.
La Vía verde cruza por las antiguas canteras de caliza de Cornicabra, cerca de Morata.
Por aquí estuvo pasando el Tren hasta los años cincuenta , cargado de piedra caliza para la construcción en Madrid y también de productos de las huertas tajuñeras. A partir de la década de los cincuenta el tren solo transportaba mineral para hacer cemento hasta que finalmente se sustituyó por una cinta transportadora cubierta que continúa llevando el mineral hasta la cementera del Alto, desaparacida ya la primera que estaba en Vicálvaro.
En definitiva un paseo saludable para mantener en buena forma las piernas y la memoria.

martes, 2 de octubre de 2018

Teatro




Cuentan que los dioses siempre ociosos se aburrían mortalmente en su Olimpo (algo de mortales tenían que tener)  y cierto día  a uno de ellos se le ocurrió inventar el teatro.
De la nada sacaron a los Hombres para que interpretaran una obra que les entretuviese.
Pero los hombres niños eran torpes y torpemente balbuceaban palabras, frases sin entender lo que decían.
Según iban creciendo,ya adolescentes, confundían sus papeles, se rebelaban contra su propio personaje y se sentían ridículos,maltrataban su vestuario y se pintaban la cara y el cuerpo con tatuajes.
Los hombres actores, poco a poco y a base de golpes , fracasos y resignación,  acababan por aprenderse el guión hasta tal punto que ya en su madurez terminaban por creerse que se habían convertido en el personaje que los dioses les habían asignado.
Así, cada día, salían a representar aquella obra que ellos creían que era su propia vida.
Pero aquel engaño acababa por desvelarse cuando los actores llegaban a su vejez y empezaban a olvidar su texto.
Primero los nombres, luego los lugares y por último su propia personalidad. Hasta tal punto que un día,cuando les tocaba salir a escena , sentía la angustia de no recordar ni una palabra de lo que debían decir.
 Entonces se convertían en figurantes que no hablan, que solo deambulan por la escena sin saber qué hacer ni por qué están allí. Los demás actores les toman de la mano, les sientan en una silla, les ofrecen un vaso de agua, toman sus palabras y  las dicen  por ellos,con una mezcla de compasión y tristeza.
Dicen que así ,como un sueño, como una obra de teatro imperfecta, es la vida de los hombres.

jueves, 27 de septiembre de 2018

GUADALAJARA

 En su viaje a la Alcarria, C.J. Cela dice que es aquel un lugar donde la gente no va porque no le da la gana. A mí sí me ha dado  la gana de  ir hasta su capital, tomando un tren de cercanías y sin otra motivación que ocupar la mañana en algo.
El tren pasa a espaldas de las ciudad y  según se llega se ven desde la ventanilla patios traseros, ropa tendida, naves industriales, solares comidos de hierbas y maquinaria abandonada. Ello recuerda la fea parte posterior de un decorado que más tarde visitaremos. 
En algo así como una hora se llega a la Estación de Guadalajara desde Madrid. Allí, ya encontramos jubilados desocupados y mirones, de esos que nunca faltan en las estaciones ferroviarias.
A la salida encontramos el Paseo de la Estación, una carretera recta salteada de plátanos de sombra que le dan al lugar un aire de pueblo manchego con su carretera general y todo.
 Un cierto aire de años pasados en blanco y negro hallamos en una confitería donde se venden bizcochos borrachos o en una pensión de viajeros estables.
Llegando al puente vemos la fronda que cubre al río Henares y  que baja formando barrancos rojizos a modo de muralla. El puente por el que cruzo acompañando a una legión de estudiantes quiere tener un aire futurista pero se queda en una apariencia de parque de atracciones. 



Los estudiantes se quedan en la escuela de Magisterio y yo me quedo haciendo una foto a la iglesia de los Remedios. Al frente la gran explanada donde navega la nave del Palacio del Infantado, la joya de la corona.  Ya hemos llegado al imperio de los Mendoza, militares ,cardenales, gente muy principal que fueron los amos de esta Guadalajara soleada. Alguno ,como yo, pensará que cómo les daría a estos nobles personajes por levantar tanto palacio para tan poca ciudad.
 Como el palacio está cerrado por obras me conformo con rodear sus arcadas renacentistas y ver los jardines anejos que exhalan un agradable olor a boj.


Al centro se llega pronto por una cuesta no muy empinada que se llama calle de Miguel Fluiters y más tarde calle Mayor.
Por aquí encuentro una placa que recuerda un capítulo del mencionado "Viaje a la Alcarria" cuando por aquí pasó el insigne académico, don Camilo antes de ponerse tan gordo.


En frente hay una cuchillería donde además de  venderse cuchillos y navajas se hacen copias de llaves y quien sabe cuantas cosas más. Un poco más allá "·La casa de las Cortinas", en tiempos próspero comercio que surtiría de telas y persianas  a estos pueblos alcarreños donde  la solanera suele ser  de armas tomar. También encontrará el turista tiendas de fotografía, aparatos para sordos, mercerías que anuncian bragas de gran tamaño  y algún bar con muebles claros donde tomarse uno un café, pues mira que bien.



Enseguida, la Plaza Mayor con un ayuntamiento al que quizá le sobre algo de solemnidad.También  la central de Teléfonos y un cedro señorial. Allí comienza la Calle Mayor que termina en una plaza que si no entendí más se llama del Jardincillo.
Gustan mucho las columnas que forman un breve pórtico frente al ayuntamiento y que no pueden faltar en una plaza castellana que se precie.



Allí tuve la ocasión de cruzarme con dos monjas de hábito pardo y toca blanca a las que no les faltaban las inevitables gafas de monja y que parecían formar parte de la figuración.
Y es que en cuando uno se sale de esta calle y de estas plazas, se sale uno de la película., pues a la espalda sólo encuentra horrendo edificios de los años setenta, una vuelta a la arquitectura del telón de acero, escaleras mordidas por el tiempo y la incuria y alguna meada de perro.
Pero la mañana es grata y doblando una esquina se encuentra uno con la iglesia de Santiago edificada en el siglo XIV en ladrillo mudéjar y con acceso libre,¡Dios sea loado! Su interior, sencillo pero armonioso, me permite unos minutos si no de recogimiento al menos de descanso.
Casi enfrente se encuentra el Palacio de los Mendoza que hoy es un instituto de Secundaria. Desde el patio , a través de los ventanales, podíase oír la voz paciente de una profesora y algunas voces desordenadas de adolescentes. No queriendo molestar salí sin ser notado.



Quedaban por ver alguna iglesia y otros lugares principales, pero no se trataba de agotar hoy todo el itinerario, pues es esta ciudad cercana y de fácil acceso y tiempo habrá de volver otro día.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Mad About Hollywood


Tyrone Power espera un tranvía en una calle madrileña. A su lado, formando cola ,unas mujerucas y un viejo observan al apuesto y maduro galán de barba recortada. Él fuma un cigarrillo con la naturalidad que le da el oficio. Está en Madrid ,año 1953, rodando "Salomón y la Reina de Saba".
No sabe que dentro de unos días morirá fulminado por un ataque de corazón.

En la exposición MAD about Hollywood que la Comunidad de Madrid ha organizado en la Calle Ramírez del Prado, pueden verse más de cien fotografías de la época , obra de fotógrafos como Santos Yubero o Vicente Ibáñez. Son instantáneas de tono amable que retratan al "Star System" hollywoodiense de los años cincuenta en nuestra ciudad.
Al lado de tanta belleza y elegancia los figurantes que pasan por la calle o esperan en el aeropuerto parecen aún más pobres, mas insignificantes.

Audrey Hepburn curiosea el escaparate de Mantequerías Leonesas. Le llama la atención los turrones, los embutidos, el olor potente del bacalao y las sardinas arenques. Lleva un pañuelo en la cabeza tal vez para pasar más desapercibida. Pero la belleza radiante de la Hepburn resalta entre el Madrid de  las legumbres a granel y las morcillas.

En otra imagen Charlton Heston sonríe , vestido del Cid Campeador a un guardia civil con bigote que parece estar a punto de pedirle la documentación a don Rodrigo Díaz de Vivar.



Luego, en otra instantánea, montado en su Babieca le da la mano a un joven admirador con cara de pardillo, un tal Juan Carlos de Borbón.
LLegaban en avión a un aeropuerto formado por cuatro casas en medio de un descampado junto al río Jarama.




En la Exposición todos sonríen con profesionalidad, parecen relajados y encantados de llegar a este país del que apenas saben nada. Gary Cooper parece sorprendido por un grupo de admiradoras a su llegada a España. Ahora ya no doblan las campanas y él ya no es el guerrillero de las brigadas internacionales sino un respetable y adorable actor que ha superado las purgas del macartismo.
"¡Adoro este país!" dice Ava Gadner, la estrella más bella e infeliz de un Hollywood lleno de estrellas bellas e infelices.
Se la ve encantada en un bautizo gitano, el del hijo de Lola Flores y el Pescailla, el bautizo de Antonio Flores. La madre baila y el padre toca la guitarra, corre el vino y suenan las palmas, todos parecen alegres, demasiado alegres.
Ava vivió trece años en Madrid a donde venía a buscarla una y otra vez su marido Frank Sinatra. Días y noches de vino y rosas, de gritos y susurros en el Castellana Hilton.



Villa Rosa en la Plaza Santa Ana, Chicote en la Gran Vía, el Corral de la Morería junto al Viaducto, Oliver, Nikka's...Llegan y se van en taxi, discretamente. Mi padre llevó a muchos de ellos a las altas horas de la madrugada.Nos lo contaba con orgullo. Tener tan cerca a aquellas estrellas de la gran pantalla, aquellos rostros pintados en los grandes cartelones de la Gran Vía...
Grandes estrellas llenas de whisky y aburrimiento.
Ellas: Rita, Ava, Gloria, Elisabeth... frencuentemente acompañadas por toreros como Dominguín, como Mario Cabré. Hombres jóvenes, temerarios, con aire de campesinos enfundados en trajes caros y abrumados por la belleza de ellas ¿De qué hablarían?




Luego estaban los empresarios pegados a un puro, las marquesas despendoladas, los politiquillos del régimen con su bigotillo  fascistoide. Una corte de periodistas pelotilleros farfullando en un inglés que desconocen.
Tras el flash del fotógrafo, en la penumbra, la España de alpargata, la vendedora de lotería, el guardia municipal de botas sucias, el adoquinado infame de las calles donde no entra nunca  el sol.
Franco consiguió que el presidente Ike  le reconociera su  régimen  tan católico  como anticomunista y así se creó esta especie de puente aéreo, donde las estrellas de Bronson podían pasar los días de su rodaje al sur de ninguna parte: Toledo, Granada, gitanos, vino, flamenco y muchos zenquius.

Sobre todo disfrutar de  la noche de Madrid que es muy tranquila pues solo hay serenos, panaderos y señoritos calaveras que dan propinas a los porteros y pellizcan a las vedettes.
Sí, así es como nos lo contaba nuestro padre cuando iba de un tablado a una sala de fiestas de una juerga flamenca a un hotel de la Castellana, con su gorra y su cansancio.
Todo pasaba muy deprisa, como un resplandor efímero, un set de cartón piedra, el reflejo falso de Hollywood en Madrid.
Exposición Edificio El Águila. Ramírez del Prado

http://www.comunidad.madrid/actividades/2018/exposicion-mad-about-hollywood

martes, 11 de septiembre de 2018

Fauna y flora imposibles. Sapo cancionero ( Bufo cantoris) (3)


Tras fracasar en concursos televisivos el sapo de voz de barítono solo canta ya en su triste charca de aguas verdinosas.
Canta la desgracia de ser feo y sentimental.
Se oculta entre los cañaverales para que nadie pueda ver su verrugosa piel y sus ojos saltones.
En otro tiempo fue príncipe entre los batracios,solista de nocturnos musicales con un coro de mil ranas croando junto a él.
Pero vejez y fealdad son mala cosa y ambas suelen  ir juntas.
Pero esta noche parece que los grillos tocan el violín y se oye el fagot de un búho. Entonces el Sapo cancionero luce su viejo repertorio de romanzas italianas.
Tras la última nota caerá un telón de lluvia y aplaudirán las piedras y los cañizos.



martes, 4 de septiembre de 2018

Álamo cobarde o Temblón. Fauna y flora estrafalaria (2)

Álamo Cobarde o Temblón ( populus timoratus)






 Este chopo o álamo que crece junto a la orilla del cualquier idea o triste pensamiento, recibe su nombre del temblor que recorre su copa y hasta mueve sus hojas al menor soplo de aire premonitorio o contratiempo.
Teme al invierno y a la soledad, al abandono y al hastío. Teme a los largos meses de escarcha y  a  la nostalgia del sol y de los pájaros.
El álamo temblón tiene miedo de las noches sin luna y de las promesas incumplidas.
En su blanca corteza dicen que escriben su nombre los suicidas y  dibujan corazones los enamorados fugitivos.
Cuando llega el invierno queda desnudo en medio del páramo y apenas proyecta la débil sombra de la mala suerte.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Micropótamos y Nanofantes. Fauna y flora estrafalaria (1)

Micropótamos y Nanofantes. (Hippopotamus parvulo, Elephans minimus)
Con la misma apariencia que sus gigantescos congéneres estos paquidermos de tamaño microscópico y por tanto no visibles a simple vista, habitan en los conductos del agua, tuberías y cañerías de las viviendas
Gustan de las aguas tibias y jabonosas donde se solazan. Es entonces cuando emiten esos cantos característicos, barritando en las oquedades húmedas de lavabos y bañeras.
No obstante nadie cae en la cuenta de su existencia pues se  confunde su llamada con los ruidos naturales que el aire produce al pasar por estos conductos.
Conviven las dos especies formando clanes numerosos en las aguas pantanosas de arquetas y tarjeas.
Muy rara vez salen a la superficie si no es en la soledad de las casas deshabitadas. Entonces recorren las estancias vacías y disfrutan de la luz que entra por los ventanales, y ello no por mucho tiempo debido a la extremada sensibilidad de su piel.
Para su bien son ignorados por la ciencia  hasta el momento y , como otros seres fabulosos, huyen de la fama prefiriendo llevar una existencia apacible y placentera.




miércoles, 22 de agosto de 2018

¿No me conoces? y... 8 relato de verano.


-Mírate, Miguel en qué te has convertido. No , no me refiero a tu aspecto físico. Has cambiado más por dentro que por fuera. No crees en nada ni en nadie, ni en ti mismo. No conservas tus libros ni tus discos, ni una sola de tus convicciones. La perdiste a ella como perdiste a todos los demás.
-¿Y tú quién eres para decirme eso? ¡Tú no me conoces!
-Sí , sí te conozco.Tú eres el que no me conoces a mí.
El hombre joven saca de su mochila una fotografía antigua. En ella dos jóvenes sonríen a la cámara abrazados, a su espalda la ciudad y todo el futuro por delante.
Miguel la mira, es él mismo con Gloria hace tantos años.
-Mírate, Miguel, ahí tenías la mochila llena, una mochila parecida a  esta, llena de sueños.¿Recuerdas? Lo tenías todo cuando no tenías nada. Ahora ya está vacía, sólo te queda el miedo.

Miguel sigue mirando la fotografía, la sonrisa de ella, la sonrisa de él, su propia sonrisa, casi perfecta si no fuera por la pequeña mella de un diente de arriba.
 Mira la fotografía y mira al hombre joven alternativamente.
-Pobre Miguel, has cambiado tanto que, por mucho que me miras, no puedes reconocerte a ti mismo.
-¡No, no, esto es una estupidez! ¿Quién eres tú? Tú no puedes ser...
-Miguel,¿Qué has hecho con mi vida,con tu vida, con nuestra vida?


El camarero desde la puerta del bar mira a aquel hombre,cliente habitual, que hoy parece más viejo que nunca. Le ve ponerse de pie, gesticular, hablar solo,discutir con el aire.
-Caballero, ¿Está usted bien? ¿Necesita algo?


                                                                 


martes, 21 de agosto de 2018

¿No me conoces? Relato de verano (7)


El hombre joven ríe con una carcajada dura, cruel.
-Miguel, me decepcionas. Tú , un tipo tan duro, tan culto...¿ Un viejo profesor escribiendo el argumento de una novela sentimental vulgar?¿Piensas que soy un hijo que vuelve para reclamarte los derechos de su madre o algo así?
De nuevo ríe mostrando unos dientes blancos casi perfectos si no fuera por la pequeña mella de un diente de arriba.
Miguel suda, se pone las gafas, se las quieta. Bebe un sorbo de café frío y amargo. Demasiado amargo.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres?
-Eres tú quien deberías decírmelo. Tú eres quien tiene que explicarme quien eres tú. En qué te has convertido. ¿Qué has hecho de lo que tenías?¿Dónde te lo has dejado, Miguel? Dímelo tú.
Miguel mira a su alrededor.Teme que alguien esté escuchando aquella conversación surrealista.
El camarero, afortunadamente está retirado y las mesas a su alrededor siguen vacías.
Quiere irse, dejar a aquel embaucador, aquel comediante de mierda. Pero ha visto algo que le ha hecho perder terreno, que le ha anticipado que esta pelea,esta vez,  seguro que la va a perder.



lunes, 20 de agosto de 2018

¿No me conoces ?Relato de verano (6)


-Pero... pero, este libro es mío, esta dedicatoria...
-Sí , fue hace casi cincuenta años. Pero este libro ya no te pertenece.
-¿De dónde lo has sacado?
-Tú lo abandonaste hace mucho tiempo, ya no es tuyo.
Miguel abre de nuevo el libro de pastas gastadas, mira la firma de la dedicatoria."Para Miguel,esperando que lo nuestro..." Aquella letra pequeña que el tiempo había deslucido ,era la letra de ella,sin duda. De aquella que fue tanto para él antes de no ser nada.
Miguel mira al joven hombre, un rostro cada vez más familiar, buscando en su cara alguna respuesta y no encuentra más que preguntas, dudas.
-Miguel, abandonaste este libro como la abandonaste a ella, como abandonaste tantas cosas en estos años...
-¡Pero , tú! ¿Tú qué sabes de mi vida? ¡Estoy harto de este juego estúpido! ¿A qué has venido? ¿Te crees que vas a jugar conmigo porque aparezcas con este libro? ¿Tú conociste a Gloria?
-¡Tanto como tú! La diferencia es que yo la quise y tú no.
Por primera vez Miguel ve perder pie, deslizarse por un terreno que no domina.  Siente la boca seca.
-¿Tú? ¿Tú eres su hijo?

domingo, 19 de agosto de 2018

¿No me conoces? Relato de verano (5)


-Está bien, acabemos con esto, tengo que irme.
-Disculpa, no he querido molestarte.Como te digo soy de este barrio como tú y te conozco desde siempre. Creí que tú me reconocerías a mí también.
El joven se quita las gafas y se las limpia con una servilleta.
-Mira,¿Recuerdas este libro?
Saca de su mochila "La Historia Interminable" de Michael Ende y la pone sobre la mesa.
-Es un libro infantil.
-Bueno, no tan infantil, yo lo leí con quince años.
-Sí, puede que yo también lo leyera a esa edad más o menos. Estuvo muy de moda. No pensé que los jóvenes leyerais esto todavía.
-Me gusta porque cuando lo lees parece que el narrador te está hablando a ti. El lector se siente concernido en esas páginas de otro color.
-Hicieron una versión infame para el cine.
-No sé , no la he visto. Toma,¿ quieres hojearlo?
El libro es una vieja edición muy manoseado. Lo toma  y al abrirse la tapa queda a la vista una dedicatoria "Para Miguel, esperando que lo nuestro también sea una historia interminable"

sábado, 18 de agosto de 2018

¿No me conoces? Relato de verano (4)




L&G era la tienda de discos donde  Miguel compró su primer elepé,aquel  de los Credence Clearwater Revival. Luego vinieron otros..
Miguel volvió a sentarse.
-Hace mucho que cerró esa tienda. ¿Tú llegaste a conocerla? Pareces demasiado joven.
El hombre joven lleva un bolso de tela basta tipo militar con un escudo hippie y una silueta del Ché.
-Vuelve a estar de moda lo vintage. Mi familia es del barrio de toda la vida, como tú.Esa tienda fue muy popular.
Empieza a hacer calor y Miguel quiere acabar con aquel encuentro no deseado que ya comienza a ser demasiado largo.
-Mira, en serio, ¿Miguel, me dijiste? Probablemente estuviste en mis clases pero no lo recuerdo, espero no haberte puesto ningún suspenso. Sería tarde para reclamarlo. Lo cierto es que la nostalgia no es lo mío. No te molestes pero el pasado no me interesa lo más mínimo. Espero que lo comprendas.Así que si me disculpas...
-Miguel, tú nunca fuiste mi profesor.

viernes, 17 de agosto de 2018

¿No me conoces? Relato de verano (3)





Miguel se endereza en la silla y nota que su pulso se acelera.¿Qué broma es esta? ¿De qué va todo esto?
-Vale, amigo, te llamas como yo; pero ¿De qué nos conocemos?
El joven sonríe, parece divertirse.
Miguel revisa su árbol genealógico, parientes, vecinos...
Pero Miguel es un hombre solitario, divorciado, sin hijos, sumido en la misantropía. De modo que todo esto le está agobiando.
De repente se le ocurre que tiene que tratarse de un exalumno. No es frecuente pero alguna vez se encuentra con alguno o alguna. Él los rehuye e imagina que ellos harán lo mismo. No va con él eso del viejo profesor entrañable. Por suerte ya se jubiló. No tendrá que volver más a esas jaulas de grillos donde nadie escucha, donde nadie estudia. Se quiere todo sin esfuerzo. Todo el mundo se cree con el derecho de ir a la universidad, así de gratis. Y todo por culpa de ese buenismo progre que ha convertido la educación en un bazar chino de todo a cien.
-Perdona, pero tengo que irme. Siento no haberte reconocido. Imagino que serás un antiguo alumno. Yo ya estoy jubilado...
Miguel recoge el periódico, guarda las gafas y se levanta. Duda si ofrecer su mano para despedirse.
-Aquí en esta plaza había una tienda de discos de L&G,¿Verdad? Le pregunta el joven.

jueves, 16 de agosto de 2018

¿No me conoces? Relato de verano ( 2)



Quien le mira es un hombre joven,barba de hipster, gafas de pasta y un bolso en bandolera.
Miguel, por fin, le ve llegar. Baja el periódico y se le queda mirando. Piensa que viene a venderle algo, a pedirle que se haga socio de alguna puñetera ONG.
-¿No me conoces?
Miguel se quita las gafas de leer y observa  aquel rostro, puede que familiar, de un hombre joven, veintitantos.
-La verdad es que no caigo.

Una ráfaga de desconfianza le hace ponerse en guardia. Ya ha oído hablar de ciertos timadores que dicen ser un sobrino, un pariente del pueblo para sacarte dinero. Van a por los viejos tontos confiados que se dejan engañar por cualquiera.
-¿De verdad no me reconoces? Me llamo Miguel, como tú, somos tocayos.

miércoles, 15 de agosto de 2018

¿No me conoces? Relato de verano (1)




Miguel está leyendo el periódico como cada mañana. El café ya frío. La terraza del bar de su barrio, casi vacía como suele ocurrir en agosto.
"Otro centenar de refugiados llegan a la costa de Almería". Esto no hay quien lo pare: una nueva invasión, los nuevos almohades, bereberes. España, territorio comanche, llena de Cheyenes, arapahoes, quechuas y ahora llegan los nubios.-sonríe-
Con estos gobiernos débiles ,con estos visigodos herederos del conde Don Julián...
Miguel sigue pensando para si mismo, tan ensimismado que no repara en alguien que se ha acercado a su mesa.
Está allí delante , plantado frente a él y le sonríe.