domingo, 27 de septiembre de 2015

CATALUÑA

CATALUÑA “Quizá porque mi niñez sigue jugando en tus playas” Nadie me la va a quitar. Ni los unos ni los otros. Todo lo que me pertenece o me perteneció seguirá conmigo cuando se pasen estos vientos de tramontana , esta feria de las vanidades, este humo sin fuego. Seguirán conmigo los puentes sobre el río Onyar en Girona.. Los calçots sobre un teja en Valls, la arena de la playa de la Pineda…entre Salou y Cambrils. El cine de verano con pipas y mosquitos, las pequeñas calas llenas de algas. El mercado de Reus y su café con leche condensada. Los franchutes con sus motos y sus canciones de Moustaki, los pollastres a l’ast asándose con hierbas, la butifarra blanc y negre, la cerveza Estrella, aquella nit clara y tranquila de Jaume Sisa…y las chicas: la Helena de Pau Riba, la Laura de Lluis Llach, la Lucía de Serrat, la Marina y la Mª del Mar… El mirador de la Rambla vella de Tarragona y los helados de cucurucho. Y aquel avión prisionero que da vueltas en el parque del Tibidabo, y el funicular azul que sube a la montaña. No, no me vais a separar ninguno del Poble Sec de Joan Manuel, del barrio chino de Vázquez Montalbán, de las flores del mal de la Rambla, de aquellas farolas modernistas del Paseo de Gracia, de la plaza del Diamante, de Barcelona, ciudad de los prodigios. Dejadlo ya, no lo conseguiréis por más que tiréis cada uno de un lado de la manta, para dejarnos con el culo fuera. Esa Cataluña es también mía, la encontré hace mucho tiempo y no me la va a quitar nadie. Es una Cataluña alegre, culta, inteligente, que se toma de las manos para bailar en corro, para divertirse o defenderse. Es una Cataluña bella con una luz que le da la sal del mar y los pinares. Cataluña se ríe de los mercaderes, de los oportunistas vendedores de crecepelos , también de los que la insultan para reclamarla como una propiedad suya, como a la amante que se desprecia pero se quiere atar a la pata de la cama. Cataluña es de todos. Cataluña no es de nadie. Está ahí entre el Ebro y los Pirineos. Siempre estuvo ahí, viendo pasar a griegos, fenicios, carlistas o soldados napoleónicos. En la frontera. ¿Es que vais a disputaros sus despojos como si estuviera muerta? Si em dius adéu Vull que el dia sigui net i clar Que cap ocell Trenqui l'harmonia del seu cant Que tinguis sort I que trobis el que t'ha mancat en mi Que tengamos suerte, pedía Lluis Llach, si me dices adiós quiero que tengamos un día limpio y claro donde cada pájaro traiga la armonía de su propio canto. Que tengas suerte, Cataluña pero que nunca te aparten de los que te amamos.

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